Por Roy Daza – Diputado a la Asamblea Nacional Por el PSUV
Un día de sol en tiempos de tormentas cubrió a Caracas, una parada militar impecable de soldados con el uniforme del Ejército Libertador bordeo la alfombra roja por la que pasaron los jefes de Estado de Colombia y Venezuela, para reanudar un vínculo que jamás debió ser interrumpido.
Maduro y Petro con camisas sencillas y blancas le rindieron tributo a la paz, y un gesto de tal naturaleza pone de relieve que los que se empeñaron en colocarnos al borde de la guerra fueron derrotados, por la sabiduría de nuestros pueblos, y porque esas banderas tricolor que ayer jugaron con los vientos que vienen del Caribe, le dijeron al mundo: ¡Es que mucha historia hay aquí!
La Declaración Conjunta suscrita por los Presidentes señala la ruta de la reintegración de nuestras economías, las más complementarias de esta parte del continente, es evidente que la urgencia es levantar la producción e incrementar el intercambio comercial, con un agregado que no puede ser soslayado, que en la cooperación también participen los pequeños productores y la economía popular, decisión que abrirá un amplio margen a la economía asociativa, lo que constituye un reto y una respuesta al fracaso estrepitoso del fundamentalismo neoliberal.
A partir de ahora, la integración tendrá dos vertientes, por una parte, la del Mercosur, por la otra, la Comunidad Andina de Naciones, y el compromiso de fortalecer la Celac, que se reunirá el año que viene en Buenos Aires. Ver a Maduro y a Petro teniendo a Simón Bolívar al fondo, y dándole una mirada a los acuerdos firmados, es posible decir: ¡Tenemos Futuro!
