«…todos los ataques contra Venezuela tienen un único objetivo: evitar que prosperen porque son un país rico, muy rico, con millones de posibilidades para crecer, un modelo a seguir para toda nación que busque independencia y soberanía.»
Canal Telegram de Wofnon, 28 de marzo de 2025.
Esta misma semana, el pasado miércoles, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, y el director de la CIA, John Ratcliffe, testificaron ante una audiencia del Senado cuyo objetivo era discutir el informe anual elaborado por la comunidad de Inteligencia de Estados Unidos, que evalúa las amenazas que enfrenta dicho país. La agencia de noticias EFE, un centro de divulgación de información patrocinado CIA, destacó las únicas palabras dedicadas en la audiencia del Comité de Inteligencia de Tulsi Gabbard a Venezuela: «Las agencias están divididas sobre los nexos que el Gobierno de Nicolás Maduro pueda tener con la banda criminal transnacional Tren de Aragua. Existen evaluaciones diversas provenientes de distintos órganos de la comunidad de inteligencia«.
El presidente del Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Rick Crawford, anunció el objetivo de la audiencia del miércoles 26 de marzo, examinar la evaluación anual de amenazas mundiales a la seguridad nacional de Estados Unidos: «Estados Unidos y nuestros aliados se enfrentan a una multitud de amenazas sin precedentes provenientes de adversarios altamente sofisticados que buscan debilitar nuestras alianzas, socavar nuestro estilo de vida y deteriorar nuestra preparación (…) Desde la creciente influencia e inversión del PCCh en el hemisferio occidental hasta el papel de Irán como el principal Estado patrocinador del terrorismo y la agresión y actividades irregulares de Rusia, el panorama actual de amenazas exige una preparación constante. La incapacidad de conectar los puntos para garantizar una sólida postura de seguridad nacional es inaceptable. Espero con interés escuchar cómo este nuevo grupo de líderes del CI abordará estas amenazas de frente«.
Además de Tulsi Gabbard y John L. Ratcliffe, a la cita ante el Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes acudieron: Kash Patel, director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI); el general Timothy D. Haugh, director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA); y el teniente general Jeffrey A. Kruse, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). La audiencia se centró en un documento de poco más de treinta páginas, denominado «EVALUACIÓN ANUAL DE AMENAZAS DE LA COMUNIDAD DE INTELIGENCIA DE EE. UU.», de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI): «Este informe anual sobre amenazas mundiales a la seguridad nacional de Estados Unidos responde a la Sección 617 de la Ley de Autorización de Inteligencia del año fiscal 2021 (Ley Pública n.° 116-260). Este informe refleja la visión colectiva de la Comunidad de Inteligencia (CI), comprometida a proporcionar la inteligencia matizada, independiente y sin adornos que los responsables políticos, los combatientes y las fuerzas del orden nacionales necesitan para proteger las vidas y los intereses estadounidenses en cualquier parte del mundo. Esta evaluación se centra en las amenazas más directas y graves para Estados Unidos, principalmente durante el próximo año. Todas estas amenazas requieren una respuesta de inteligencia sólida, incluidas aquellas en las que un enfoque a corto plazo puede ayudar a prevenir amenazas mayores en el futuro. La información disponible al 18 de marzo se utilizó para la elaboración de esta evaluación».
«China, Rusia, Irán y Corea del Norte encabezaron la lista de los adversarios más sofisticados que intentan ampliar sus fronteras solo para ver hasta dónde los deja llegar Estados Unidos. Estamos presenciando una creciente influencia e inversión del PCCh en el hemisferio occidental, lo que deja claro que la amenaza está ahora a la vuelta de la esquina. Estados Unidos se encuentra en una gran competencia de poder con China, y el resultado definirá el futuro del escenario global tal como lo conocemos. Para competir con China y ganar, un enfoque claro sobre los desafíos que enfrentamos debe ser la prioridad en todas las conversaciones sobre la seguridad del hemisferio occidental y del mundo. Como ya he dicho, la simple vigilancia ya no basta. El entorno de amenazas actual exige una preparación constante. El presidente Trump y su administración se dedicarán a la limpieza durante los próximos cuatro años para restablecer la sólida postura de seguridad nacional que la administración anterior desmanteló», fue la conclusión a la que llegaron representantes del Comité Selecto Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, compuesto por presidente Rick Crawford, el vicepresidente Trent Kelly, y los demás miembros: Darin LaHood, Brian Fitzpatrick, Austin Scott, French Hill, Dan Crenshaw, Scott Perry, Ann Wagner, Ben Cline, Greg Steube, Claudia Tenney y Pat Fallon.
¿Y Venezuela? ¿Y la amenaza inusual y extraordinaria? Venezuela, ni por equivocación fue nombrada en el Informe de la Oficina de Inteligencia Nacional. Recordemos: «La Evaluación Anual de Amenazas (ATA) de 2025 es la evaluación oficial y coordinada de la Comunidad de Inteligencia (CI) sobre una serie de amenazas a la ciudadanía estadounidense, el territorio nacional y los intereses de Estados Unidos en el mundo».
El documento deja claro en sus más de treinta páginas, las amenazas que enfrentan los Estados Unidos están identificadas: «Rusia, China, Irán y Corea del Norte, tanto individual como colectivamente, desafían los intereses de Estados Unidos en el mundo al atacar o amenazar a otros países en sus regiones, con tácticas de poder duro tanto asimétricas como convencionales, y promoviendo sistemas alternativos para competir con Estados Unidos, principalmente en comercio, finanzas y seguridad».
El Tren de Aragua y Ley de Enemigos Extranjeros
El pasado viernes, la administración del nuevo inquilino de la Casa Blanca solicitó ante la Corte Suprema de los Estados Unidos un permiso para reanudar las deportaciones de migrantes venezolanos a El Salvador, invocando la ley de tiempos de guerra del siglo XVIII. El medio estadounidense The Angeles Times recogió la noticia con estas palabras: «La apelación de emergencia es presentada luego del rechazo de la petición del gobierno republicano por parte de la Corte Federal de Apelaciones en Washington. Por una votación de 2-1, un panel de jueces de apelación mantuvo en vigor una orden que prohíbe temporalmente las deportaciones de los migrantes bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, rara vez utilizada». El medio citó a la Procuradora General interina Sarah Harris: «Aquí, las órdenes de la Corte de Distrito han rechazado los juicios del Presidente sobre cómo proteger a la nación contra organizaciones terroristas extranjeras y corren el riesgo de efectos debilitantes para negociaciones extranjeras delicadas».
El contenido de la petición de la administración de Trump ofrece pistas claras sobre el argumento que sostiene la fábula imperialista, una obra construida desde el consenso bipartidista con diversos matices pero con un objetivo común: aniquilar a la Revolución Bolivariana. Desde Obama, pasando por el primer gobierno de Trump, con Biden tomando el relevo hasta la nueva amenaza de Trump, la «amenaza inusual y extraordinaria» con la que han pretendido colocar a Venezuela como un enemigo del pueblo estadounidense está cimentada sobre la mentira.
El documento presentado ante la Corte Suprema de los Estados Unidos, redactado por la procuradora general interina Sarah Harris bajo el título «SOLICITUD DE ANULACIÓN DE LAS ÓRDENES EMITIDAS POR EL TRIBUNAL DE DISTRITO DE LOS ESTADOS UNIDOS PARA EL DISTRITO DE COLUMBIA Y SOLICITUD DE SUSPENSIÓN ADMINISTRATIVA INMEDIATA», revela quiénes son los arquitectos de este nuevo capítulo de la fábula imperialista: «Los solicitantes (denominados a continuación demandados-apelantes) son Donald J. Trump, en su carácter oficial de presidente de los Estados Unidos; Pamela Bondi, fiscal general de los Estados Unidos, en su carácter oficial; Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en su carácter oficial; el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos; Madison Sheahan, directora interina y funcionaria de alto rango que desempeña las funciones de directora del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos, en su carácter oficial; el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos; Marco Rubio, secretario de Estado, en su carácter oficial; y el Departamento de Estado de los Estados Unidos».
En otras líneas del documento, se aprecia con facilidad la trama central de la fábula, en este nuevo capítulo de la «amenaza inusual y extraordinaria». Destacamos en las siguientes líneas algunos elementos claves: «El 6 de febrero de 2025, el Secretario de Estado designó a Tren de Aragua (TdA) como organización terrorista extranjera y grupo terrorista global especialmente designado. 90 Fed. Reg. 10,030 (publicado el 20 de febrero de 2025). Esta designación reflejó el reconocimiento del Presidente del grave peligro que representa TdA para nuestra seguridad nacional. Desde entonces, el Presidente ha determinado que miles de miembros de esta organización terrorista extranjera designada se han infiltrado ilegalmente en el país, para promover el objetivo del régimen de Maduro de desestabilizar a las naciones democráticas, incluido Estados Unidos«.
De esta manera, el Tren de Aragua irrumpe en la narrativa construida para justificar el uso de la Ley del Enemigo Extranjero (Alien Enemies Act), una reliquia arqueológica que data de 1798. La ley exige que Estados Unidos esté en estado de guerra declarada o frente a una «invasión u incursión depredadora» por parte de una «nación o gobierno extranjero». Pero no hay sorpresas: durante su campaña, el ahora presidente electo Trump prometió a MAGA y a los latinos, especialmente a los de Florida, que invocaría esta ley para luchar contra la migración ilegal, aunque ahora despache el asunto con un «yo no lo firmé», dejando su autoría en el Secretario de Estado: «Otras personas se encargaron de eso, pero Marco Rubio ha hecho un gran trabajo y él quería que se fueran y estamos de acuerdo con eso. Queremos sacar a los criminales de nuestro país».
Entendiendo que Rubio es la figura tras este capítulo de la fábula imperialista, suponemos que sus fuentes primarias de inspiración e información son la oposición venezolana dirigida por «La Hermandad»: López, Guaidó y María Corina Machado.
Quizás sean estas líneas de la solicitud de la administración «temporal» de Trump (lo de temporal no es invención de este servidor, sino la manera como la comunidad de inteligencia estadounidense define a quien contesta el teléfono en el Salón Oval) las que proporcionan el cuerpo doctrinario de esta fábula escrita a varias manos, con términos como «guerra irregular» y «acciones hostiles contra Estados Unidos»: «El Presidente actuó con rapidez y encargó a su Administración la neutralización de TdA. Al constatar que ‘TdA está llevando a cabo acciones hostiles y una guerra irregular contra el territorio de Estados Unidos, tanto directamente como bajo la dirección del régimen de Maduro en Venezuela’, App., infra, 177a, el Presidente invocó sus facultades amparadas por el Artículo II, junto con su autoridad bajo la Ley de Enemigos Extranjeros (AEA), 50 U.S.C. 21 et seq., que desde hace tiempo autoriza la deportación sumaria de extranjeros enemigos que participan en ‘invasiones o incursiones depredadoras’ en territorio estadounidense. Tras realizar las determinaciones requeridas por la AEA, el Presidente designó a los miembros de TdA en Estados Unidos como ‘sujetos a aprehensión, detención y deportación inmediatas’. App., infra, 177a. Para proteger al país de los miembros de TdA que participaban en una campaña de terror, asesinato y secuestro, destinada a desestabilizar nuestro país, la Administración detuvo a miembros designados de TdA, identificados mediante un riguroso proceso. El gobierno se preparó para expulsarlos inmediatamente por avión a El Salvador, país que había acordado detener a estos terroristas extranjeros tras extensas negociaciones. A juicio del Presidente, la rápida expulsión de los miembros del TdA era imperativa para evitar que pusieran en peligro al personal y a los detenidos en centros de detención estadounidenses y que siguieran infiltrándose en las comunidades estadounidenses. Por lo tanto, Estados Unidos tiene un interés abrumador en expulsar a estos actores extranjeros, a quienes el Presidente ha identificado como participantes en una ‘guerra irregular’ y ‘acciones hostiles contra Estados Unidos’«.
La Fábula sin sustancia
La agencia de noticias EFE recogió el breve comentario del director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Ratcliffe, quien fue preguntado si Estados Unidos está en guerra o está siendo invadido por Venezuela, dada la invocación de la ley de 1798 de tiempos de guerra: «No tenemos ninguna evaluación que diga eso».
¿Cómo es posible que no tengan ninguna evaluación que proporcione información a su jefe Trump? Los cursos de entrenamiento a los que acudió Mike Pompeo, de «mentimos, engañamos y robamos», se ven que surten efecto, pero por fuera de la comunidad de inteligencia. El Tren de Aragua es ahora la versión tropical del ISIS o Al Qaeda creada por la CIA ¡Si te he visto no me acuerdo!
Uno debería suponer que la fábula imperialista de la «amenaza inusual y extraordinaria» estaría basada en informes de inteligencia que dieran un cuerpo teórico y probatorio a tal afirmación. Eso sería normal en un país con un gobierno serio. Pero en esta oportunidad, lo único serio en esta fábula, son los personajes de “Plaza Sésamo” presentados en una audiencia pública del Congreso de los Estados Unidos en defensa de los medios públicos y la libertad de información. ¡Alguien que le recuerde a la comunidad de inteligencia estadounidense que Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria!
