Una de las particularidades del panorama actual es la derrota política de la Plataforma Ultraderechista, no tiene proyecto que presentar a la nación, no tiene candidato, y en lo que respecta al Acuerdo Nacional suscrito por el 97 por ciento de las fuerzas políticas y las organizaciones sociales, decidieron quedarse “como la guayabera”, es decir, por fuera.
El viernes 1° de marzo el Poder Electoral recibió a las dirigencias partidistas y a los diputados de la Asamblea Nacional, para recibir el documento que fue firmado en el Salón Elíptico el 28 de febrero, en el que se establecen las bases principistas, las garantías electorales y varias propuestas sobre la fecha de la elección.
El debate de las últimas semanas se desarrolló con una intensidad pocas veces vista, fue sencillamente ejemplar la participación de los sectores empresariales y sindicales, de los campesinos, de los movimientos sociales, de los rectores de las universidades, de las instituciones científicas y los comuneros, opinaron sobre elecciones y sobre un montón de propuestas útiles para la ciudadanía.
La decisión del Presidente Nicolás Maduro de no ceder ni un milímetro frente al chantaje que pretende imponernos el gobierno de Estados Unidos, que amenaza con volver al escenario del bloqueo económico total, dejó “colgada de la brocha” a la extrema derecha.
El histórico Acuerdo Nacional supera a los de México y Barbados, establece un mecanismo permanente de consulta en el Palacio Federal Legislativo y el compromiso de respetar el resultado de la elección.
La gigantesca manifestación del 29 de febrero en el centro de Caracas, la firma del Acuerdo Nacional, y el acto del Congreso de la Nueva Época, señalan el rumbo hacia la victoria.
“Apenas estamos calentando el brazo”, comentó el Presidente Maduro en un muy venezolano argot beisbolero.
