La Huipala nunca se fue.

Escuela de Sabidurías (46)

Por gregorio Pérez Almeida

¿Alguien de esta escuela dudaba de que la clase de hoy se referiría, no sabemos si toda o parcialmente, a la toma de posesión del gobierno de Luis Arce y David Choquehuanca en Bolivia? Sería una falta de respeto a Luis Antonio y a la historia, porque el axioma completo de esta escuela es “Escuela que no es democrática y situada no es”, porque no hay escuela ni democracia en abstracto sino en concreto, es decir, contextualizadas. 
Y sin tenerle miedo al “historicismo”, debemos tomar esta afirmación como “plantilla” para todo lo humano. Esta sugerencia es importante para comprender no sólo las semejanzas y diferencias que hay entre el pueblo plurinacional de Bolivia y el pluricultural venezolano, sino también aspectos sociales de las culturas de los pueblos de Abya Yala o Aby Ayala, como he visto escrito este nombre ancestral de nuestros territorios.


Lo primero que nos gustaría resaltar es que a la izquierda de la pantalla del televisor, en lo alto del hemiciclo boliviano, miramos un cuadro de Bolívar y Sucre y a la derecha otro de Túpac Amaru y (creo que) Túpac Katari, símbolos de las luchas de independencia y resistencia del pueblo boliviano y de la visión integracionista “nuestra americana” de los dos venezolanos y recordamos que fue el Comandante Chávez el primer presidente venezolano en hacer evidentes las líneas históricas que entrelazan ambos cuadros y la continuidad de las luchas.

 
Escuchamos con mucha atención y tomando notas el discurso del vicepresidente David Choquehuanca y el del presidente Luis Arce. Dos tonos distintos de la misma voz indígena, el de Choquehuanca ancestral y el de Arce moderno y entre conversaciones ligeras por mensajes de texto, Lirio me respondió a una petición que le hice y aquí está su opinión:
“<Date con una reflexión para la Escuela> me dice Goyo, mientras intercambiamos mensajes de texto sobre los discursos de David Choquehuanca y Luis Arce. Y uno sin datos en el telf. y con nervios (el público de esta Escuela obliga). Lo intentaremos.


Con los pelos de punta por la emoción vimos y escuchamos por la señal de TeleSur ambos discursos. Estéticamente los cuadros, la vuelta de la Huipala y los rostros y vestiduras de los allí presenten, nos devuelven una alegría brutalmente arrebatada hace un año. Nos llama poderosamente la atención este binomio, dos discursos en equilibrio según nuestra lectura.


Choquehuanca nos dio una clase magistral sobre Reparaciones, Descolonización, los tiempos para el mundo indígena y como hay un hilo conductor entre pasado y presente, (incluso en los «imprevistos»), la sabiduría ancestral y la determinación histórica que yace en las naciones de la hoy Bolivia. Nos parece desde acá, que será el vicepresidente el elemento de la ética para la vida que habrá en ese gobierno. Sin desmérito, de nuestra parte, con el compañero Presidente ArceEl discurso de Arce fue a nuestro juicio el de un hombre de Estado, con la habilidad de no decir ni una vez el nombre de la dictadora de facto a quién sustituye gracias a la fuerza del pueblo boliviano; clarito en la necesidad de reactivar los organismos regionales que nacieron de la mano de los gobiernos progresistas que inauguraron el siglo XXI en la región y, con el balance justo de los logros obtenidos por su partido en el período pre golpe.

 
Algunxs dirán que no nombró a Evo ni una vez; pero nombró su obra y cómo se le dará continuidad, para mí eso dice más que el ejercicio reivindicador de nombrarlo. Los tiempos de la política y la realidad andina son otros. Creo que es la percepción más justa y de buena fe que podemos hacer. Por ahora, es nuestra impresión inicial”. ¡Jallalla Bolivia!

 
Nuestros comentarios:


Comparto con Lirio su apreciación de ambos discursos y me parece que el discurso de Choquehunca puede tomarse como una exposición magnífica de la “cosmobiología” andina (este término lo introdujo Miguel Ángel Núñez y les copio el link que envió Grosfoguel donde está el texto). Recuerdo que Sagrario De Lorza abordó ese “tema” y lo comparó con las cosmobiologías de nuestros pueblos ancestrales, valdría la pena que Sagrario lo retomara contemplando ahora la presencia de estos dos nuevos actores, y sé que ella conoció personalmente al vicepresidente.


Pero, como estamos reflexionando con Luis Antonio Bigott (no “sobre Luis Antonio Bigott”, porque él decía que era muy jodido escribir sobre el lomo o la espalada de una persona), tratemos de no perder el hilo e intentemos una asociación, esa estrategia didáctica que aprendimos como maestros que relaciona aspectos particulares, que a veces parecen distantes y distintos, para construir conocimientos globales, alias holísticos, por ejemplo, preguntemos: 


¿Utiliza el MAS la Investigación Acción Participativa (IAP) en su abordaje de los pueblos indígenas para planificar sus políticas públicas o será que por ser de mayoría indígena ese partido no la necesita para su trabajo de organización y transformación comunitaria? ¿Será la IAP una creación de las y los revolucionarios blancos occidentales para intentar superar las limitantes de la asimetría de poderes que existe entre ellos y los pueblos subalternizados como los ancestrales, campesinos, y afrodescendientes?

  
Para responder necesitamos dos cosas, una: conocer un poco más el asunto de las metódicas de investigación según Luis Antonio Bigott y, otra: imaginación, que es gratis y las y los venezolanos tenemos a montón.

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