El Reino del espionaje y la OTAN; arietes en el Caribe

Por Miguel Ernesto Salazar

Esta semana, el secretario general de la OTAN (NATO por sus siglas en ingles), Jens Stoltenberg, participaba en una actividad del Instituto Alemán de Estudios Globales y de Área (GIGA) en el que se debatía sobre «Las implicaciones geopolíticas de COVID-19» y donde aprovecho para plantear la necesidad que tenía la OTAN de adaptar un “enfoque global para abordar los desafíos de seguridad”, acompañando de esta manera la visión a futuro lanzada recientemente y denominada “OTAN 2030”, una prospectiva a diez años. Stoltenberg preciso tres elementos para adoptar este enfoque Global, el primero de ellos referido al COVID-19, donde “la tarea principal de la OTAN durante la pandemia es asegurarse de que la crisis de salud no se convierta en una crisis de seguridad”. Además ha precisado que el COVID-19 ha servido de excusa para que los enemigos de la “Alianza” arremetan en su discurso propagandístico y de “desinformación” “insinuando que los aliados de la OTAN son responsables del virus. Y que los regímenes autoritarios son mejores que las democracias para mantener a su gente a salvo”.

El segundo esta “nueva” visión global es la “inestabilidad y el terrorismo” más allá de las fronteras de los aliados, recalcando la participación de la OTAN en Afganistán y “la importancia de entrenar a las fuerzas locales. Para que puedan estabilizar mejor sus propios países”. Cualquier parecido con el enfoque de las fuerzas militares estadounidenses y la brigada norteamericana de Asistencia de Fuerza de Seguridad que prestara “para ayudar a Colombia en su lucha contra narcóticos”, es pura coincidencia. No falta en el discurso de Stoltenberg, el abrogarse victorias ajenas sobre terroristas como ISIS: “En los últimos años, la comunidad internacional ha hecho grandes progresos. ISIS ya no controla el territorio en Irak o Siria”.

Y un tercer elemento, China, aliado como Rusia de la Revolución Bolivariana. Sobre este tema, Stoltenberg, señalo que China no constituye “un adversario de la OTAN” pero que los miembros europeos de la alianza militar del atlántico norte deben comprender su ascenso en el escenario internacional y el riesgo para la seguridad, entendiendo que “China no comparte nuestros valores. Democracia, libertad y estado de derecho” y añadió que “hay un patrón claro de comportamiento autoritario en el hogar y una mayor asertividad e intimidación en el extranjero «. Y termina de advertir el Secretario General de la OTAN: “China pronto será la economía más grande del mundo. Es un líder mundial en nuevas tecnologías. Y también tiene el segundo mayor presupuesto de defensa del mundo. El ascenso de China presenta oportunidades, especialmente para nuestras economías y nuestro comercio”.

Casi en paralelo a la actividad del Instituto Alemán de Estudios Globales y de Área, el portavoz del Pentágono y asistente del Secretario de Defensa, Jonathan Hoffmana, anunciaba la “redistribución” de tropas gringas en Alemania: “El Secretario de Defensa y el Presidente del Estado Mayor Conjunto informaron ayer al Presidente sobre los planes de redistribuir 9.500 tropas de Alemania”. Sobre lo que agregaba: «la propuesta que se aprobó no solo cumple con la directiva del Presidente, sino que también mejorará la disuasión rusa, fortalecerá a la OTAN, tranquilizará a los Aliados, mejorará la flexibilidad estratégica de EE. UU. Y la flexibilidad operativa del Comando Europeo de EE. UU., Y cuidará a los miembros de nuestro servicio y sus familias».

Trump enfila de esta manera una política exterior agresiva hacia sus aliados del Atlántico Norte, consecuente con lo que ha sido su línea de acción para con la OTAN durante su administración. Exigiendo para ello más participación de sus miembros en las guerras que los Estados Unidos libra en el mundo. “Reliquia”, “Obsoleta”, “Mala paga”, “Chula”, son solo algunas de los conceptos emitidos por Trump durante su gestión al referirse a la OTAN. Al inquilino de la Casa Blanca la cuentas no le cuadran, el costo económico es elevado. Trump no ve al mismo enemigo Ruso que desde la guerra fría la OTAN persigue. ¿De que debe defender los Estados Unidos a Alemania? ¿Cual es la amenaza? Trump esta por encima del pacto del Atlántico, él es el Atlántico. ¡América First! El costo político es elevado de cara a una elección que parece comprometida, Irak, Afganistán, Siria, estas guerras ajenas y lejanas conspiran contra su permanencia y su proyecto nacionalista. Contra esto choca Trump con la “mafia de West Point”.

¿Cuál es el precio que está dispuesto a pagar la OTAN para garantizar la permanencia de los Estados Unidos en la Alianza? ¿Dentro del enfoque global de “OTAN 2030” qué papel juega la fachada del Atlántico Sur?

En Latinoamérica, las siglas de la OTAN cada día son más utilizadas por los gobiernos llegados con esta brisa de la Restauración Conservadora. Desde el gobierno de Juan Manuel Santos en Colombia, quien firmó el acuerdo de asociación con la OTAN sumándose al conjunto de países como Japón, Australia, Nueva Zelanda, Mongolia, Afganistán, Irak Pakistán y Corea del Sur, quienes comparten una membresía especial dentro de la alianza militar. La Brasil de Bolsonaro por otra parte coqueteando con la OTAN a través de la intervención de Trump. Y por supuesto la mirada puesta sobre Venezuela, a propósito de la hipotética intervención del Reino de los Países Bajos materializada en apoyo logístico a los mercenarios en la fallida “Operación Gedeón”. La OTAN busca su razón de ser, busca un enemigo y si este se ajusta a la preferencia de Trump mucho mejor, para ello el enclave en el Caribe, Aruba y Curazao, caen como el anillo al dedo sin dejar de mirar otras posibilidades en sus viejas colonias como es el caso de Guyana. La OTAN en su vieja guerra contra Rusia ha cruzado el Atlántico en defensa de los intereses de sus aliados. La Gray Zone Project tiene de esta manera nuevos actores. Ya en un pasado reciente el Ministro de Exterior del Reino de los Países Bajos, Stef Blok, ante Pompeo expresaba que “una fuerte cooperación transatlántica sigue siendo clave para que ambos brindemos seguridad y prosperidad a nuestra gente”. Y en la onda del máximo exponente de la “Mafia de West Point” dese “restaurar la democracia” en Venezuela y además prestaria»especial atención» a la defensa de sus islas caribeñas «debido a la inestabilidad regional» “creada por Venezuela”. Los últimos dos años la actividad del Servicio General de Inteligencia y Seguridad (Algemene Inlichtingen- en Veiligheidsdienst- AIVD) ha aumentado significativamente bajo la premisa de “especial atención” esgrimida por Stef Blok. “…el Departamento de Defensa está tomando en cuenta diversos escenarios y aseguró estar preparado para cualquier situación”, señalaba finalmente Blok. ¿Cuales serian esos escenarios previstos por el Departamento de Defensa y la AIVD del Reino de los Países Bajos.

Por ultimo, vale desempolvar la historia y determinar el papel de la OTAN en el robo al pueblo argentino de su soberanía sobre Las Malvinas. La acción del gobierno ilegitimo de Guyana no es un hecho aislado sino que responde a intereses enclavados en el Atlántico Norte.

Guerra avisada no mata a soldado…

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