Guasacaca is not guacamole.

Por Miguel Ernesto Salazar

Hace unas semanas, Radio Fe y Alegría, publicaba una entrevista realizada al sociólogo Tomás Páez Bravo, coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana, lo primero que señaló fue que “La diáspora venezolana es muy heterogénea. Hay 8 millones 200 mil venezolanos distribuidos en muchos países y las condiciones varían según el país”. Sin caer en la diatriba, dejemos por sentado que este número de venezolanos en el exterior es el correcto.  Según la Comisión Nacional de Primarias, 3 millones de los 8 millones 200 de Páez Bravo reúnen los requisitos para participar en las primarias, según lo establecido en el “REGLAMENTO PARA LA PARTICIPACIÓN DE ELECTORES VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR EN LA ELECCIÓN PRIMARIA DE 2023”. Este establece que podrán participar los venezolanos «ya inscritos en el Registro Electoral del CNE (Consejo Nacional Electoral) para votar en el exterior y los que, estando o no» en el sistema, que «actualicen sus datos para votar» en las «ciudades o localidades que a tal fin disponga la Comisión Nacional de Primaria».

Un titular del El Nuevo Herald, recoge la información de los electores inscritos para participar en las primarias señala, “Solo 0.5% de venezolanos en el exterior están inscritos para votar en primarias a días de que venza el plazo”, citando a Oscar Lopez, activista de Primero Justicia (21/06/23). Según “Reporte Ya”, “red pionera de Periodismo Ciudadano y alfabetización digital en Venezuela”, citando a Eugenio Mendoza, señala, “El balance de inscritos en el exterior para la primaria sigue siendo de, aproximadamente, 20 mil por semana. Al cierre de la tercera semana se contabilizan 63 mil actualizaciones” (29/06/23). Mendoza también hace referencia que el país en donde se han inscrito más venezolanos para participar en las primarias es Chile. Recordemos que la propia Comisión Nacional de Primarias estableció fecha tope para la inscripción de electores, el 7 de julio.

Tomemos estas cifras de “20 mil por semana” como cierta, de acuerdo a lo informado por la propia Comisión. Al publicarse este trabajo, restarán 7 días para vencer el plazo, lo que nos llevaría pensar que para el 7 de julio, la inscripción de electores en el exterior para las primarias estaría alrededor de los 250 mil venezolanos. Pudiera con mucho esfuerzo llegar a los 300 mil de los 8 millones 200 mil del señor Páez Bravo y de los 3 millones estimados que “pueden” votar en el 2024. Con comillas el pueden porque esa no es la realidad política para el 2024, por ejemplo, en los Estados Unidos o en Costa Rica no hay ni consulados ni embajadas (no tenemos relaciones diplomáticas con estos países) para que los venezolanos allí residentes inscritos en el REP no puedan ejercer el voto en las presidenciales. Es decir, las elecciones presidenciales en Venezuela se decidirán por el voto de quienes residen en el país y no por los que están en el exterior. Están avisados, en el 2024, resten por lo menos un aproximado de 2 millones y medio del total de electores inscritos en el REP, que para el 2024 se estima se ubique en un poco más de 21 millones de electores y coloquemos la abstención alrededor de un 25%.

Veamos este dato para entender el valor del voto en el exterior que nos vende la oposición venezolana, si sumásemos, el total de latinoamericanos que están en el extranjero (Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, Chile y Venezuela) eso representaría tan solo el 1.5% del voto total de todos los países que hemos citado. 

¿Pero qué piensa la diáspora venezolana sobre las primarias? ¿Participarán en las primarias?

Imaginemos por un momento qué piensa el venezolano que reside en Tampa Bay, en el condado de Hillsborough, en la costa oeste de Florida, en los Estados Unidos. ¿Qué piensa el venezolano que frecuenta los lugares de encuentro para el esparcimiento entre Sarasota y Bradenton?

La primera observación que hace el venezolano residente en Tampa es que hay que estar inscritos en el CNE, pero estas primarias serán sin CNE, las votaciones serán manuales, “cómo garantizan que mi voto sea válido”, se cuestiona un venezolano de Riverview, “te escriben, te escriben y te escriben para que te inscribas diciendo que van a hacer las elecciones más seguras pero no garantizan una transparencia de las mismas (…) no hay participantes nuevos, son los mismos de siempre.  ¿Qué ofrece Maria Corina, Rosales, Capriles?”, termina por señalar un venezolano residente en Tampa. “Contar papelito por papelito” no es una garantía para el venezolano que está en el exterior, lo que termina de colocarlo como un integrante de una “Diáspora Anti-Primarias”. Incluso, la idea de un fraude está casi cantado entre la diáspora, muchos miran por el retrovisor y ven lo sucedido recientemente en la UCV o recuerdan las firmas planas del revocatorio.

El llamado desesperado corre por los grupos whatsapp en Tampa Bay: “Familia querida y amada que está fuera de Venezuela, necesitamos de su ayuda, no nos dejen solos, es muy importante que se inscriban y voten en las primarias para elegir el candidato unitario, esta votación es mucho más importante que las del 2024, porque serán ante la comunidad internacional y en nuestro país el reflejo de lo que será la votación del 2024, si no votamos en las primarias terminaremos de perder el país, el éxito de las primarias es de vida o muerte, si no hay avalancha de votos estaríamos perdidos (…) Venezuela nos necesita, no la abandonemos. DIOS está con nosotros para que Venezuela no muera, sino para que *VIVA* y sea *LUZ* para todas las naciones”. Pareciera que DIOS no escucha, ciego- sordomudo, le da la espalda aun siendo convocado por el conclave de la Conferencia Episcopal.

¿Podrá la ratificación de la Contraloría General de la República sobre la inhabilitación de María Corina Machado influir en el aumento de electores inscritos en las primarias? Incluso, unificar a la oposición alrededor de María Corina Machado. Recordemos que Capriles también está inhabilitado por choro.    

Otro venezolano residente en Tampa Bay nos orienta al respecto, “¿María Corina? Claro esa es la opción, pero yo jamás he votado, bueno una vez (…) ¿Inhabilitada? ¿Cuándo?”. El venezolano en el exterior esta pendiente de sobrevivir ante la máquina demoledora que no da respiro ni mucho menos permite un espacio para enfocarse en situaciones políticas particulares. Hay un divorcio entre la realidad diaria que vive la diáspora venezolana y los dirigentes de la oposición que buscan en ella la generación de opinión pública.   

Las primarias carecen de información veraz, verdadera, compartida, transparente, lo que ahuyenta a la diáspora, sumado al hecho que por años la oposición ha descalificado al CNE, evaporando la confianza sobre el organismo electoral en este sector de venezolanos que durante más de 20 años han anhelado el fin del rrrrrregimen.

Para terminar de colocar la guinda sobre la escasa participación en este proceso de inscripción de electores venezolanos en el extranjero, la afirmación sostenida por periodista Eugenio Mendoza aclara aún más el panorama: “Para dar datos al tema de la participación de la diáspora, usemos las recientes elecciones presidenciales en Guatemala. En EEUU viven 1.226.849 guatemaltecos (18% del PIB de Guatemala son remesas), de estos están habilitados para votar 90.078 y el domingo apenas lo hicieron 1.443”. Y termina por señalar, “En algunas ciudades emblemáticas aún no se alcanza la cifra mínima de 300 electores para habilitarlas como centro de votación para la primaria: Los Angeles (159 inscritos), San Francisco (84), Seattle (118), Washington (179), Montreal (127), Las Palmas (137), Guadalajara (152), Funchal (62), Lisboa (78) ó Sidney (51)”.

Aun si las primarias llegaran a realizarse el próximo 22 de octubre o se llegasen a prorrogar, tengo las dudas que las primarias terminen arrojando un candidato de la oposición  de consenso que sea capaz de enfrentar al candidato del Chavismo, el Presidente Nicolás Maduro.

La pregunta final es quién terminará por certificar los resultados de unas probables primarias, quién saldrá con el salvavidas en la ayuda de las primarias. ¿La UCAB? ¿La Conferencia Episcopal Venezolana? ¿Ambos? ¿Una candidata como María Corina Machado aun estando inhabilitada, será capaz de superar la barrera de los 500 mil votos? ¿Será suficiente este resultado para disputarle por ejemplo a Manuel Rosales quien el 2021 resultase electo gobernador con 505 mil 059 votos?   

Las primarias han caído como anillo al dedo a los hacedores de ilusiones pero ojala recuerden que “guasacaca is not guacamole” para que al final no terminen nuevamente “drenando la arrechera”.

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