Imperialismo: petróleo y cultura (2)

Por Gregorio Pérez Almeida

 El mito del mundo polarizado entre comunismo y capitalismo quizá sea el más globalizado del siglo 20. Un mito político fortalecido luego de terminar la guerra europea de los 31 años, entre 1914 y 1945, que Estados Unidos apuntaló culturalmente mientras consolidaba el poder económico que venía construyendo desde el comienzo del siglo.


      Un relato complementario del gran mito es que Estados Unidos comenzó a ser hegemónico económicamente a partir de 1944 con los acuerdos de _Bretton Woods_, siendo que mucho antes ya poseía el poder económico suficiente para controlar a Europa y, sobre todo, intervenir en la URSS, lo cual hizo.
      De manera que cuando en Venezuela hablamos cotidianamente de imperio o imperialismo sólo aparece en escena Estados Unidos y ni por asomo incluimos en la discusión a la URSS. Lo mismo ocurre cuando hablamos de colonialismo, ¿La URSS colonialista?… ¡Ni pensarlo! ¡¿Estás loco?!_ Pero, la historia del capitalismo desde una perspectiva de Sistema-Mundo hace que estas _“sólidas certezas se desvanezcan en el aire”


      Estamos convencidos de que sólo descolonizando nuestro sentido común occidentalizado es posible responder la pregunta por la desaparición súbita y silenciosa de la URSS y quizá logremos comprender un poco más la geopolítica mundial del siglo 20 marcada por el auge y decadencia de la hegemonía estadounidense y lo que va del siglo 21 con el resurgimiento de Rusia. Y se preguntarán ¿Y China no está emergiendo también?, pues no, China no es ninguna potencia emergente, China siempre estuvo ahí. 


      ¿Por qué se nos ocurrió abordar este tema que parece ya prehistórico? ¡Por favor! ¡Si ya nadie se acuerda de la URSS! ¿Qué aportaría a la descolonización de nuestra perspectiva teórica y posición política?


      Son varias las razones y todas tienen un fuerte componente subjetivo porque quien escribe, vocero de esta Escuela, participó en los años 70 y 80 del siglo 20, en discusiones sobre la naturaleza de la URSS y las dos posiciones que marcaban las pautas eran la de les trotskistas, que sostenían que era un “estado obrero degenerado” y que se recuperaría el socialismo haciendo otra revolución obrera, y la de la *Corriente Comunista Internacional, que sostenía que la URSS era un «capitalismo de estado de partido único”, antidemocrático, totalitario y enemigo del socialismo


      Aquellas no fueron discusiones en el seno de algún partido político de izquierda sino al margen de ellos, porque este tema estaba alejado de los intereses prácticos de dichos partidos y cuando la invasión soviética a Checoslovaquia, en 1968, terminó de quebrar los cristales del “centralismo democrático” del Partido Comunista de Venezuela, se desprendió el MAS, pero no para refundar la lucha por el socialismo a la venezolana, como prometía, sino para entregarse plenamente al neoliberalismo.


      Uno de los sucesos más discutidos en aquello años fue la “rebelión de los marineros de Kronstad”, en marzo de 1921, y la represión violenta con la que fueron doblegados por el Ejército Rojo y como pronto se cumplirán 100 años de esa rebelión, su evocación activó nuestro interés en dar a conocer un capítulo de la historia de la URSS que se ha ocultado intencionalmente y que consideramos una de las claves para comprender el contexto histórico de la deriva totalitaria asumida y ejercida por el Partido Comunista Ruso. 


      Kronstad es, quizá, el ejemplo más patético de las contradicciones entre los ideales políticos utópicos con sus cargas subjetivas de expectativas e incertidumbres y la cruda realidad social, local, regional y mundial, en la que se ejerce el poder político y se enfrentan quienes lo detentan. En palabras que conocemos en Venezuela gracias a las clases públicas del Comandante Chávez: Kronstad es un choque frontal entre el “poder constituyente” de los soviets y el “poder constituido” del Partido Comunista Ruso


      Nuestra finalidad es romper el cristal de la ventana por la que mirábamos el mundo polarizado del siglo 20. Cambien “cristal” por “paradigma”, dejamos la poesía y nos ponemos científicos. El reto es “impensar” aquello que se llamó “Socialismo realmente existente” y sus relaciones con el capitalismo también “realmente existente”, sin tapujos ni cortapisas, para reconstruir ese pasado como hemos hecho acertadamente con nuestra Historia Insurgente… 

 
      En la próxima clase presentaremos parte de la bibliografía de apoyo y haremos algunos comentarios sobre los libros y una observación a la clase anterior de Moravia Sierralta.

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