La «Prueba Suprema», el Resurgir de la Paz.

Las imágenes y las aseveraciones se repiten para incitar al espectador a reflexionar sobre lo vida, la “prueba suprema» se torna en el momento que el héroe muere física o metafóricamente para resurgir con el elixir de La Paz, solo como resultado de “revelación personal».

Así comienza la otrora militante del M-19 la “mona” Vera, quien ahora va dirigir el proceso de una Paz soñada en Colombia.

En Venezuela y Colombia los grupos que se pactaron entregar las “armas” lastimosamente utilizaron el argumento de la participación social. Esto implicó poner en la mesa de discusión la mejor forma de gobernar La Democracia, se inicia así el viraje hacia la derecha de los movimientos revolucionarios del país, como reflejo de la discusión en Nuestramérica sobre el destino de las luchas revolucionarias. Acaso los cientos de miles de militantes que entregaron sus vidas enfrentando a las organizaciones militares del Estado, no es una forma de participación, acaso las decenas de miles de personas que perdieron sus derechos por apoyar a los combatientes en armas no son un forma de participación, o acaso que solamente se participa, cuando la formas de democracia burguesa así lo determina.

El entusiasmo, ese eufemismo como le denomina a la participación nos es más que un estado de genuflexión pura, ahora ello se impone como una verdad absoluta para los gobiernos “revolucionarios”. 

Las organizaciones revolucionarias, como por ejemplo el ELN, han sido parte de la demostración de alternativa revolucionaria cuando asume el control político de los territorios donde ejercen políticas públicas. No son la luz al final del camino, pero han desarrollado un planteamiento de social y económico para alcanzar la transformación social.

Se confronta en el terreno de las ideas, la tan relevante encíclica de la Democracia Representativa. Estos intentos de tener un capitalismo con rostro humano. Aquí nos encontramos con unas bifurcaciones que apunta a la construcción, lamentablemente, de idea que tiene a mirada neoliberal de la sociedad o de un nacionalista populares, vemos en ello porque Grabe señala: «he trabajado como una pedagogía de transformación cultural». Todo eso hay que incorporarlo en estos procesos. 

La Democracia para estos sectores es el borde del precipicio, en el cual intencionalmente, decía García Linera, habla de dar otros pasos para ver que el salto es hacia el comunismo. Se piensa, entonces, que la pedagogía apunta al consenso, pensado desde raíz cristiana muy usa por los tribunales de la inquisición, el consenso que se habla hoy en Colombia, es solo olvidar la lucha de clase y de los procesos, pero como en Colombia, tiene en la Democracia la posibilidad del cambio, esa es la “mentalidad” que se quiere establecer o imponer, a que le llama ella mentalidad, a pesar solo en esos “horizontes” a los que se remite la posiciones reformistas y esas son las salidas o formas acomodadas para seguir el desarrollo de políticas neoliberales.

Se señala neoliberales, porque parte siempre en primera persona, lo que políticamente “yo” considero correcto, no hay un propuesta colectiva en esta enunciación, se sigue imponiéndo la individualidad sobre lo colectivo.

Y volvemos a nuestra geografía, Acción Democrática, propuso en la década de los ochenta La Paz Social, como la alternativa ante el movimiento revolucionario que llamó a tomar las armas para alcanzar las transformación política que demandaba la sociedad. Se partía de la idea de que la violencia era la partera de los cambios sociales y allanaba el camino para construir una historia basada en la igualdad. La Paz es una percepción/ motivación para desarrollar la libertad de la sociedad y además es la fuerza que moviliza para tener las diferentes formas de vivir dialogando de otra manera.

La polarización política.

Pensar que la la polarización política, es un fenómeno nuevo, es pecar de ingenuo o dejarse llevar por la “ingenuidad” de los medios de comunicación.

La polarización es un fenómeno tan añejo, viene de la manos del discurso discriminatorio social o racial.

Reducir hoy la cuestión policial a un tema polarización y equipararlo al enfoque de género, necesitamos de la reflexión sobre lo que culturalmente somos, de la convicción de una sociedad donde se reconozca la multiplicidad de formas de conocer y que se entienda el diálogo de las culturas que habitan en los territorios, que son claves para tener una perspectiva más acorde a las transformaciones que invocamos y superar las lógicas neocoloniales, que nos atrapan en discusiones polarizadas. 

Pero ello no se contempla, se preferencia a los actores internacionales, organizaciones creadas para el control social de los estados, a las Ong’s que buscan, a través de un discurso aséptico, alimentado de la carga colonial de la modernidad, asesorar las salidas “pacíficas” para retomar el control político de las sociedades y por último la inefable iglesia católica que dominado el discurso ideológico de la verdad, el consenso, es decir, acompañar a los fieles a los cementerios y expiar las culpas de los ejecutores.

Los enemigos primarios, tienen en la Democracia una formulación ahistórica,  pues al final del día no reconocen que las luchas de clases son el principio fundamental de las desigualdades, se abocan a imponer lo que suponen es la primera salida, a la derecha, el consenso, y esto nos refiere solo a la  única vía a seguir y esta alternativa es la democracia representativa pues ella per se genera los espacios para las transformaciones sociales.

En fin de cuentas, el objetivo es que se cumplan los planes de contingencia para seguir trabajando con el mismo objetivo que inició el conflicto en nuestras comunidades, robustecer el sistema de dominación y avanzar para reducir la diversidad cultural que exige y se opone a los escenarios de transformación donde ellos no cuentan para la nueva Colombia, la nueva América que impulsa el neoliberalismo en nuestra región.

Dario Di Zacomo

Licenciado en Historia por la Universidad de Los Andes (ULA), Venezuela. Magíster en Políticas Públicas para el Desarrollo con Inclusión Social, FLACSO-Argentina.

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