Monroe contraataca, con El Esequibo en la mira.

“Lo ilegal lo hacemos inmediatamente. Lo inconstitucional tarda un poco más”.

Henry Kissinger.

A pocas horas de llevarse a cabo el Referéndum Consultivo por El Esequibo, este domingo 3 de diciembre, las fuerzas ultraconservadoras de la oposición venezolana y otras fuerzas políticas vinculadas a Langley (Virginia) y Washington, se aprestan para boicotear la consulta sobre El Esequibo. Todo bajo el manto de aquella idea de 1823, donde irrumpía la Doctrina Monroe sobre Latinoamérica y El Caribe, como base de la política exterior de los Estados Unidos, bajo el principio de “América para los Americanos”. Y fue nuestra Guayana Esequiba una de las primeras víctimas de esta Doctrina que ha sumergido a la región en el terror y las tinieblas durante 200 años.

La lucha entre Washington y Londres por lograr la hegemonía sobre las nacientes naciones que se liberaban del yugo español en Latinoamérica y El Caribe, llevo al gobierno de Estados Unidos a negociar con Inglaterra en menoscabo en este caso de Venezuela. El inquilino de la Casa Blanca de turno, representando a Venezuela, negocio con Reino Unido la firma de un tratado (2 de febrero de 1897) que sometiera la disputa a un arbitraje internacional. De allí se dispuso la «Línea Schomburgk» como la frontera entre ambos territorios, el Laudo Arbitral de París cerceno de esta manera un territorio que desde la Capitanía General formaba parte del territorio conquistado –liberado- a los españoles. «Fue con la doctrina Monroe que ejecutaron el plan de cortarle un brazo a Venezuela, intentando quitarnos nuestro Esequibo, y es con la doctrina Monroe que pretenden continuar con su vasallaje y su saqueo», recordaba hace poco el Presidente Nicolás Maduro para recordarle al país y al mundo el bicentenario de la Doctrina Monroe, un bicentenario, «oscuro, diabólico y perverso que ha dejado sangre».

El Referéndum Consultivo por El Esequibo, no solo nos coloca de cara a la reafirmación de los venezolanos por un territorio que desde décadas hemos reclamado como nuestro, sino que nos ubica como nación ante el dilema, ante la contradicción que mueve a la humanidad entera y cuya gravedad impide que Venezuela salga de su órbita. Unipolarismo Vs Multipolarismo, es la contradicción que agita las diversas fuerzas, políticas, económicas, sociales, culturales y militares a lo largo y ancho de globo terráqueo. Si desde hace 200 años la Doctrina Monroe se anteponía a la independencia y soberanía de los pueblos de Latinoamérica y El Caribe, en este siglo XXI, la Doctrina Monroe alcanza un carácter más global y de reconfiguración de la sociedad estadounidense sobre su concepto de dominio y expansión mundial.  

Esta contradicción va originando una serie de eventos y transformaciones que van reconfigurando el panorama geopolítico casi a la velocidad de la luz, generando cambios contantes en la correlación de fuerzas entre quienes entran en disputa en el reordenamiento mundial. Cada elección, me atrevo a precisar que a escala planetaria, se convierte en un escenario de confrontación, y el Referéndum Consultivo por el Esequibo no escapa a ello. Para entender el momento que vive la humanidad, Venezuela en lo particular, nos sirve remontarnos a un discurso del recién fallecido Henry Kissinger, ofrecido durante la conmemoración del cumpleaños 112 de Ronald Reagan en febrero de este mismo año: “Hoy necesitamos el coraje de Ronald Reagan. Como dijo en su discurso en el Challenger:El futuro no pertenece a los pusilánimes; pertenece a los valientes”. Necesitamos su fe cívica: “Somos una nación demasiado grande”, nos recordó, “como para limitarnos a pequeños sueños”. Y necesitamos su visión. En su discurso de despedida, describió la “Ciudad en la Colina”, como siempre había visto a nuestro país, como: “un faro, un imán para todos los que deben tener libertad, para todos los peregrinos de todos los lugares perdidos, que se precipitan a través de la oscuridad, hacia casa”. Después de 200 años de Doctrina Monroe, entre los ciudadanos y ciudadanas de los Estados Unidos, el destino manifiesto, tejido en escritos, desde la oralidad y con un dios como testigo, sigue siendo la energía que provee luz a ese faro.

En un libro de Edgar Gabaldón Márquez, “Los Destinos Manifiestos”, citando la idea del historiador estadounidense Enrique Commager Steele sobre el Albert J. Beveridge, nos coloca ante la esencia del planteamiento doctrinario estadounidense, con el título de: Dios… nos ha hecho maestros-dueños- organizadores del mundo, dice: “Aunque los EEUU no tenían una tradición imperialista, en el sentido de la de Inglaterra… el imperialismo les resultó una actitud natural a muchos usenses, cuyos argumentos a favor del imperialismo fueron una mescolanza de nociones comerciales, militares, políticas y morales,…”.

Y si queremos nuevamente entender como el Referéndum Consultivo por El Esequibo se coloca como una astilla clavada en el alma de la Doctrina Monroe y el Unipolarismo del hegemón que se niega a morir, leamos con atención, esta reseña del Diario de Guayana en su titular: “Estados Unidos y Reino Unido reiteraron apoyo a Guyana en la disputa territorial contra Venezuela”. La nota describe por una parte, la petición a Venezuela de la nueva embajadora de los Estados Unidos, Nicole Theriot: “Apoyamos la soberanía territorial de Guyana y hacemos un llamado a Venezuela a hacer lo mismo”. Y en por otra parte, la declaración de la Alta Comisionada del Reino Unido en Guyana, Jane Miller, quien sostiene que su país “cree en la validez del Laudo Arbitral de París de 1899 y que su gobierno mantiene contacto permanente con Georgetown ante una posible asistencia en materia de seguridad”. Es como viajar en el tiempo, a la París de 1899, apreciar los restos de la Comuna de París y sobre ella, ver por una ventana la reunión de los jueces de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, David J. Brewer  y Melville W. Fuller, ante la delegación del Reino Unido, presidida por Russel Of Killowen, negociando la Guayana Esequiba.

Frente ante esto que hemos descrito anteriormente, se entiende que sectores con lazos con Langley y Washington, uno defensor del “marxismo – leninismo” (entre comillas porque no sabemos cuál manual tendrán como referencia) y otro ultraconservador, coincidan en su apreciación del momento y disimuladamente llaman a la población venezolana a mantenerse al margen del Referéndum Consultivo. Los extremos se tocan para abrirle camino al unipolarismo, a la Doctrina Monroe y al despojo del territorio venezolano a manos de Exxon-Mobil. Ambos han coincido en colocar en la mira al Presidente Nicolás Maduro y al Gobierno Bolivariano, priorizarlo como enemigo antes que a Washington. “Yo no caigo en distracciones, ni piso peines”, señala uno, y el otro, “se pretende engañar, manipular y dominar al pueblo venezolano”. Adivine adivinador a quien corresponde cada frase. Si estuviésemos ante un juego de descubrir las semejanzas de cada uno, tacharíamos la imagen de círculos por todas partes. Cada uno, a su estilo, camina sin obstáculos al servicio de los que buscan desintegrar el territorio nacional para desde allí aniquilar a la Revolución Bolivariana.

Volvamos a la idea central de la editorial de la Revista “Pueblo En Armas” en su edición sobre la Doctrina Monroe, “200 años después la Doctrina Monroe se vale de otros monstruos creados para extender y consolidar el dominio del mundo, la OTAN es parte de ello. Es claro como utilizan los más diversos trucos para mover los paralelos y trasladar el atlántico a las tierras de Latinoamérica y el Caribe, y nuevamente la excusa es preservar la democracia y su forma de vida occidental. Determinar las amenazas inusuales y extraordinarias son la agenda de los distintos y diversos inquilinos de la Casa Blanca utilizada durante los últimos dos siglos para identificar a hombres como Simón Bolívar y a pueblos como el cubano para en nombre de la paz, la luz y la razón, utilizar “el gran garrote” dado por la providencia para aplacar las ideas que proclaman la autodeterminación de los pueblos y la independencia nacional”. Los espejitos, las ilusiones y el truco, son a diario utilizados, nuevos aliados son reclutados para imponer su visón unipolar del mundo. Utilizan los viejos principios de “divides y vencerás”, estrangulan economías como lo hizo Nixon y Kissinger en su momento con el

Chile de Allende, no descansan, conciben a cada minuto una nueva parte de un plan que empuja a los pueblos al borde de la desesperación y la desesperanza.

El Referéndum Consultivo por El Esequibo está en la mira, sacarán cualquier truco desde el sombrero para impedir su realización o para fracturar su convocatoria. Venezuela Toda es la consiga que 200 años después, los que mantienen las banderas de los padres fundadores, entienden que Venezuela constituye una «amenaza inusual y extraordinaria» a la seguridad nacional y a la política exterior de los Estados Unidos por nuestra opción estratégica de luchar por un mundo multipolar. Tal como escribió Don augusto Mijares en su ensayo “Lo afirmativo venezolano”, el Referéndum Consultivo por El Esequibo se nos abre como una oportunidad para que abra el camino hacia de la doctrina de la Emancipación, como esencia de vida ante la Doctrina Monroe, parafraseando al Presidente Maduro, oscura, diabólica y perversa. El Esequibo como bien común del venezolano, “fuego en que vive el espíritu de una patria mejor”; que permita reconstruir “la tradición espiritual en la cual reside la verdadera historia de un país”; y profundizar en “la continuidad de la conciencia nacional”. Estamos ante una epopeya heroica, gestada desde  la moral y las luces, desde la Escuela hasta la Fábrica, la Universidad y las comunidades, Consejos Comunales y Comunas, desde el campo hasta los cuarteles. El Esequibo se ha transformado en una gran fuerza espiritual pasa de generación en generación porque el heroísmo no es un combate vulgar sino un acto sublime de conciencia nacional.

Venezuela nos convoca, votar por la patria este 3 de diciembre, es profundizar la idea bolivariana de INDEPENDENCIA O NADA.  

¡EL ESEQUIBO ES VENEZUELA!

Miguel Ernesto Salazar

Profesor en Geografía e Historia. Militante del Partido Unido Socialista de Venezuela. Miembro del Equipo Editorial de la Revista Pueblo En Armas.

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