Por Roy Daza. Diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV
El reinicio de las negociaciones y de las operaciones de las empresas petroleras estadounidenses y europeas en nuestro país, es una victoria en toda la línea del presidente Nicolás Maduro.
La flexibilización parcial de las sanciones se debe a los cambios estructurales en el mercado petrolero mundial, derivados de la confrontación geopolítica en curso; a un hecho constatable: el pueblo venezolano venció el plan que contra la República puso en marcha la Administración Trump; y al diálogo que se ha desarrollado entre el Gobierno Bolivariano y el de los Estados Unidos.
Hoy, -y los gringos lo saben- existe un amplio frente de unidad nacional en contra del bloqueo financiero y comercial a nuestro país, el Diálogo sin exclusiones convocado por el Jefe del Estado arroja resultados tangibles, los grupos extremistas de la derecha reaccionaria fueron derrotados por la vía democrática, es decir, a punta de votos, y además, múltiples factores han intervenido para abrir una brecha en el cerco diplomático que se tendió contra nuestra nación.
Desde hace algún tiempo nuestro gobierno dialoga con el gobierno estadounidense, se han arribado a algunos acuerdos, pero está sobre la mesa un punto de suma importancia: exigimos el levantamiento absoluto de las ilegales e inhumanas sanciones que tanto afectan a nuestra economía.
El nuevo cuadro político interno y la recuperación progresiva de nuestra economía ha tenido y tiene un factor desencadenante, el esfuerzo de nuestros trabajadores petroleros por echar a andar a la empresa en medio del bloqueo, y de todos los trabajadores de la nación, que con sus acciones reafirmaron que el futuro es nuestro, y lo construimos nosotros mismos.
La proeza de nuestro pueblo está vinculada a decisiones correctas en política económica, sin perder de vista que el objetivo es restablecer el Estado de Bienestar Socialista, está claro que la coyuntura actual nos permitirá una recuperación económica más acelerada.
Se confirma el aforismo de Bolívar: “Dios concede la victoria a la constancia”.
