Manifiesto por un Futuro emancipador.

“…devenir es patria que todavía no ha llegado a ser, la patria todavía no alcanzada (…) la patria descubierta por una reflexión dialéctica. Esta patria es la esperanza”.

ErneSt Bloch, El principio esperanza. 1977.

En una entrevista, efectuada a Julio Verne (París en el siglo XX (-1863-, Veinte mil leguas de viaje submarino -1870-, De la Tierra a la Luna -1865), afirmó, “Yo simplemente he hecho ficción de aquello que posteriormente se convertia en un hecho, y mi objetivo no era profetizar, sino difundir el conocimiento de la geografía entre la juventud. Entonces, no se trata del método de la cafeomancia, en criollito, leer la borra del café, sino, tal como lo describe el propio Julio Verne, se trata de relatar “el desarrollo natural de la tendencia científica del pensamiento moderno”, de buscar la fuente original, “Siempre he sido un lector empedernido, sobre todo de periódicos y revistas, y es mi costumbre recortar y conservar para referencia futura cualquier párrafo o artículo que me interese. Verne, utilizó para sus obras dos elementos fundamentales, el sentido común y la lectura de la realidad.

En tiempos de semana santa como el que acabamos de vivir, la resurrección y el sacrificio, se erigen como cimientos del futuro, dos mil años de cristianismo proyectaron a la humanidad hacia nuevos caminos. El propio Papa Francisco nos puede aproximar al alcance y valor de la palabra resurrección en el contexto de futuro que estamos tratando de asomar: “Jesús ha resucitado no sólo para sí mismo, sino también para nosotros, a fin de rescatar todas las felicidades que no se han realizado en nuestras vidas. La fe expulsa el miedo, y la resurrección de Cristo aparta la tristeza como la piedra del sepulcro”. Francisco, proyecta la fe en Jesús, “cada “hoy” puede esperar un “mañana””, cada final, un nuevo comienzo”. Fue el sacrificio de Jesús el que abrió “una brecha infinita de luz para cada uno de nosotros”.

“En cualquier caso, debéis los jesuitas poseer el coraje del futuro, porque también Jesús, en la concreción de su vida y de su muerte, constituye un estilo de vida legítimo para el futuro. Lo único que habéis de descubrir es cómo debe configurarse ese coraje, a fin de que el día de mañana constituya realmente un seguimiento del Jesús pobre y humilde.”, señalaba también un documento del año 79, “Palabras de Ignacio De Loyola a un Jesuita de hoy”. En la idea central de la cita, “en la concreción de su vida y de su muerte, constituye un estilo de vida legítimo para el futuro”, partimos entonces que el futuro está delineado por un estilo de vida, una concepción del mundo, para algunos con un porvenir afianzado en lo colectivo, la solidaridad, la esperanza y en la búsqueda de consensos compartidos.

Bajo las luces de esta idea, ¿Cuál es el algoritmo que vamos a emplear para proyectar nuestra Revolución hacia el futuro? ¿Cómo proyecta la humanidad su futuro? ¿Paz y esperanza, son suficiente? ¿Cómo queremos ver a Latinoamérica y el Caribe en este contexto? ¿Cómo la proyectamos? Aquí entra otro factor, no basta con proyectarnos como individuos, ni solo como un colectivo nacional. Un mundo multicéntrico y multipolar, que es cada día más una realidad, es el mundo futuro que se construye. ¿Cómo caminamos hacia adelante con sentido? Un sentido amplio, que construya una nueva mayoría.

Predecir el futuro en política parece que es un asunto serio, sobre todo cuando en la política nos limitamos a comprender el pasado y con mucha dificultad el presente. ¿Cómo será el 2030? ¿Cómo desde el hecho político nos proyectamos en el futuro? Desde el Chavismo, desde el Plan de la Patria con el Comandante Hugo Chávez y recientemente, con las 7T, con Nicolás Maduro, hemos tratado de despejar la incógnita. Incluso, desde la promesa hecha por Chávez durante su primera campaña en el 98, la Asamblea Nacional Constituyente, materializada y aprobada en referéndum por el pueblo venezolano, en el proyecto de país que rige el presente y futuro de la nación, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, “el imperio de la ley para está y las futuras generaciones, que asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad”. No solo las leyes derivadas de la nueva constitución, como la ley de tierras, la ley de Consejos Comunales, la Ley del Trabajo, por citar solo tres leyes del conjunto que han ido esculpiendo los cimientos de nuestro futuro como colectivo humano. Tanto como la concepción del Programa de Barrio Adentro, como la Misión Robinson o la Gran Misión Vivienda Venezuela, generaron el entusiasmo que despierta nuevos horizontes con la esperanza como guía de un nuevo futuro que supere lo existente e incluso lo logrado hasta ahora.

Si bien la Revolución construye futuro, a través de la reflexión y la praxis, también hay quienes apuestan a un porvenir sujetado al monitoreo constante del robocop del futuro. Reivindicando la bandera del capitalismo, pero el más puro y salvaje, el neoliberalismo como estado ideal del hombre en su búsqueda de la libertad. Indagando en la infinidad del internet, nos llamó la atención una semblanza del denominado, Partido Futuro en España: “Los partidos de izquierda, derecha o centro son historia, nos dividen, nos enfrentan, no sirven. FUTURO es el partido político DE TODAS LAS PERSONAS que respetan a LAS PERSONAS como son. Súmate al movimiento más transformador de España”. No solo es un futuro con robocop continuando la labor de policía del mundo, sino, que le suman un devenir, sin ideologías, sin luchas de clases. No quieren que apreciemos que el futuro también es un escenario de disputas. Entre el odio, el miedo, la tristeza, la muerte, la desesperanza por un lado y la vida, la alegría y la esperanza por el otro lado. ¿Pero qué diferencia el futuro tenebroso y oscuro de la mano de la ola ultraconservadora que atraviesa al mundo del futuro emancipador? Sabemos el mensaje de la oposición, en el caso venezolano, y entendemos a dónde nos quieren arrastrar: “Hay una ruta y es clara, es el TIAR. Ese es el camino y con estas señales se generará la confianza en la ciudadanía”. ¿Acaso algún Plan de La Nación, el VIII Plan de la Nación, denominado “El Gran Viraje”, proyectó en el ciudadano de a pie su futuro? ¿El pueblo percibió su devenir en él? El 27 de febrero de 1989 contestaría a la interrogante. Recientemente, Leopoldo López, solicitaba a los Estados Unidos que continúe fortaleciendo las sanciones sobre el país y sus habitantes. Escucharlo es lo mismo que oír a María Corina Machado, lo mismo que escuchar a Netanyahu sometiendo al mundo a la guerra. Es el mismo discurso que ha animado a miles de venezolanos para que abandonen el país en busca de futuro, iluminado este, por el sueño americano. Preguntemos a más de 15 millones de estadounidenses que viven en condición de pobreza extrema sobre su futuro.      

¿Qué futuro perfilan las fuerzas ultraconservadoras en el mundo? ¿Cuál fue el futuro que vieron los jóvenes argentinos para votar por Milei? 70% de apoyo entre los menores de 24 años. Esta semana no más, su gobierno montaba un inmenso operativo policial de seguridad para acompañar la medida de Milei de despedir a 15 mil trabajadores del Estado argentino. Entonces, ¿Por qué las fuerzas ultraconservadoras se erigen como una alternativa de futuro? ¿Cómo esas mismas fuerzas que arrastran a la humanidad hacia una guerra apocalíptica, que construyen escenarios de conflictos a lo largo y ancho del mundo, se levantan como alternativa de futuro? Lo peor es que hay quienes compran esta oferta de futuro, porque al final es una oferta oscura, engañosa y apocalíptica, pero una oferta, convertida además en un plan, en un modelo de vida, en una concepción del mundo.  

Ernest Bloch, filósofo marxista, señalaba que, Sólo un pensamiento dirigido a la transformación del mundo, informado por la voluntad de transformación, puede enfrentarse con el futuro, en tanto que espacio originario e inconcluso ante nosotros, no con apocamiento, y no con el pasado como hechizo. Lo decisivo es, por tanto, lo siguiente: sólo el saber en tanto que teoría-praxis consciente puede hacerse con lo que está en proceso de devenir y es, por ello decidible, mientras que una actitud considerativa sólo puede referirse per definitionem a lo que ya ha llegado a ser (…) Marx es quien, por primera vez sitúa en lugar de esta teoría el pathos del cambio, como el punto de arranque de una teoría que no se resigna a la contemplación y a la interpretación”.

La propia idea de Marx sobre el futuro quedaría registrada para la posteridad en El Manifiesto Comunista, en un trazo del prólogo escrito por Engels: “La única contestación que, hoy por hoy, cabe dar a esa pregunta, es la siguiente: Si la revolución rusa es la señal para la revolución obrera de Occidente y ambas se completan formando una unidad, podría ocurrir que ese régimen comunal ruso fuese el punto de partida para la implantación de una nueva forma comunista de la tierra”. Nuestra Revolución Bolivariana ha alimentado por décadas la esperanza de millones de seres humanos más allá de Venezuela, desde el Sur se levantó como la utopía realizable, no solo América latina y el Caribe, también los pueblos de Asia y África, han proyectado su futuro emancipador en el destino de la Revolución Bolivariana. Nuestro devenir es la esperanza futura para la humanidad.

Venezuela tiene futuro, Nicolás Maduro, ya nos indicaba, hay “un reflorecimiento, una repolitización del pueblo de base, del pueblo de a pie, una repolitización profunda, una reconexión con raíz con nuestro espíritu revolucionario y con la ilusión, y la esperanza del futuro”, construido bajo la calidad humana, ideas y “por tanta fe, por tanta fuerza espiritual”. Sólo necesitamos que el venezolano y la venezolana de a pie, comprenda su situación, su lugar en el mundo, su condición y se movilice activamente a marcar su camino e impulsar los esfuerzos de emancipación para derrotar a quienes no han negado por siempre el futuro.  

El socialismo es posible, el futuro nos pertenece, con Chávez y Bolívar como guía.

Miguel Ernesto Salazar

Profesor en Geografía e Historia. Militante del Partido Unido Socialista de Venezuela. Miembro del Equipo Editorial de la Revista Pueblo En Armas.

También te puede interesar