Occidente al desnudo ante la mirada de Putin.

“Fue simplemente un robo con violencia, un asesinato agravado a gran escala (…) la conquista de la tierra, que significa principalmente arrebatársela a aquellos que tienen una complexión diferente o narices ligeramente más planas que nosotros, no es algo bonito cuando se mira es demasiado. Lo que lo redime es sólo la idea. Una idea detrás de esto; no una pretensión sentimental sino una idea; y una creencia desinteresada en la idea: algo que puedes establecer, ante lo que inclinarte y ofrecerle un sacrificio.”

“El corazón de las tinieblas”, Joseph Conrad.

Hace un par de semanas atrás citamos unas líneas de Alexander Dugin, en un trabajo que lleva por nombre, “Matando al dragón: el mundo está al borde de una guerra global”. De este trabajo extraemos nuevamente esta idea central, “El principal problema en 2024 sigue siendo el mismo problema fundamental de antes: la confrontación entre dos olas: la ola menguante de un orden mundial unipolar con la hegemonía estadounidense y el Occidente colectivo, y la ola creciente de un mundo multipolar, encarnado en los BRICS-10 (…) El dragón del globalismo está mortalmente herido. Pero se sabe lo peligrosa que es la agonía de un dragón herido. La élite global de Occidente está loca. Hay muchas razones para creer que en 2024 sucederá algo terrible. Estamos a poca distancia de una guerra mundial. En todos los frentes. Si no se puede evitar, entonces no queda más que ganarlo.”

El dragón globalista mortalmente herido, absorbido por una crisis de ideas, cada día surgen nuevos elementos para comentar sobre el declive de los Estados Unidos, sin que esto signifique su fin o el ocaso del sistema capitalista global, entendiendo a los Estados Unidos como el país que emite oxígeno al mercado global con su maquinita de fabricar billetes verdes con la cara de Washington. Si queremos buscar evidencias y escarbar las realidades que demuestren tal afirmación, no solo el conclave de Davos, con su lema, “Reconstruir la Confianza”, dejaría ver entre las ranuras la crisis en la que navega occidente. Recientemente, el periodista conservador estadounidense, Tucker Carlson con su entrevista al presidente Vladímir Vladímirovich Putin, coloca otro elemento que nos permite comprender el mundo de hoy.

Mientras más de 170 millones de reproducciones en X, exponían al presidente Putin ante Occidente, con la calma y el aplomo de un Estadista, al otro lado del atlántico, el presidente de los Estados Unidos, ofrecía una rueda de prensa arremetía contra el periodista Peter Doocy de Fox News. Biden afirmaba que «Tengo buenas intenciones y soy un hombre mayor y sé qué diablos estoy haciendo», a lo que Doocy pregunto, “Qué tan mala es su memoria”. No tardo Biden en responderle, “Mi memoria es tan mala que te dejo hablar”. La Casa Blanca han tenido que hacer un control de daños ante el informe del Fiscal Especial Robert Hur, el informe calificaba al presidente Biden de «anciano con mala memoria».

Esperemos que ambos acontecimientos registrados al final de esta semana nos den una dimensión de lo pretendemos exponer y para ello que mejor que buscar la interrogante dejada por Alexander Dugin ¿Por qué la entrevista de Tucker Carlson se considera fundamental tanto para Occidente como para Rusia?

El propio Dugin nos da una pista, al comentar: “No se trata del contenido de la entrevista con Putin. Es el hecho de que una persona como Tucker Carlson esté visitando un país como Rusia para reunirse con una figura política como Putin en un momento tan crítico. El viaje de Tucker Carlson a Moscú podría ser la última oportunidad para detener la desaparición de la humanidad. La gigantesca atención de miles de millones de personas a esta entrevista fundamental por parte de la humanidad misma, así como la ira frenética e inhumana de Biden, los globalistas y los ciudadanos del mundo intoxicados por la decadencia, dan testimonio de la conciencia de la humanidad de la gravedad de la situación”.

Entre la variedad de ideas emitidas, entre ellas, sobre la geopolítica, señaladas por el presidente Putin durante la entrevista con Carlson pudiéramos destacar algunas, veamos esta afirmación de Putin sobre uno de los elementos que dan pista para entender el reordenamiento del mundo una vez desintegrada la Unión Soviética: “Egon Bahr, un importante político del Partido Socialdemócrata, que insistió personalmente en conversaciones con los dirigentes soviéticos antes del colapso de la Unión Soviética en que había que crear un nuevo sistema de seguridad en Europa. Hay que ayudar a Alemania a unirse, pero hay que crear un nuevo sistema que incluya a Estados Unidos, Canadá, Rusia y otros países centroeuropeos. Pero no quiere que la OTAN se extienda. Eso es lo que dijo: si la OTAN se extiende, todo será igual que en las condiciones de la Guerra Fría, sólo que más cerca de las fronteras de Rusia. Eso es todo. El tipo era inteligente. Nadie lo escuchó. Además, una vez se enfadó, también tenemos esta conversación en nuestros archivos: «Sí —dijo— no me escuchen, no volveré a Moscú nunca más». Estaba enfadado con los dirigentes soviéticos. Tenía razón, todo sucedió tal y como él dijo”. Entendemos entonces, tal vez con algo de ayuda de la CIA, como los dirigentes soviéticos se hicieron el haraquiri, en su afán de ser reconocidos y aceptados “en la familia fraternal de las «naciones civilizadas»”. Ni el “God bless America” de Yeltsin basto para que el mundo viviera “cinco oleadas de expansión” de la OTAN.

Otro pasaje de la entrevista que nos coloca en el camino del entendimiento de las relaciones internacionales, del complejo mundo de la geopolítica, del cual Venezuela, no solo está imbuido, sino que constituye una de las piezas claves en el reacomodo del nuevo orden mundial, más allá del Petróleo.

Preguntaba Tucker Carlson, “Quizá el mundo esté ahora dividido en dos hemisferios: un hemisferio con energía accesible, el otro hemisferio sin energía. Quiero hacer una pregunta: el mundo es ahora un mundo multipolar, ¿puede describir las alianzas, los bloques, quién está de parte de quién, en su opinión?”.

A lo que el presidente Putin le respondió: “Mire, dijo que el mundo está dividido en dos hemisferios. La cabeza está dividida en dos hemisferios: uno es responsable de una esfera de actividad, el otro es más creativo, etc. Pero sigue siendo una sola cabeza. Es necesario que el mundo esté unido, que la seguridad sea común y no esté pensada para los mil millones de oro. Y entonces, sólo entonces, el mundo será estable, sostenible y predecible. Hasta entonces, mientras la cabeza esté dividida en dos partes, será una enfermedad, una grave enfermedad. El mundo está atravesando este periodo de grave enfermedad”.

Y finalmente la entrevista deja un elemento para comprender el mundo del mañana y del futuro, no el lejano sino el inmediato, sobre lo cual el presidente Putin puntualiza: “Mire, espero no equivocarme, pero en 1992, creo que la participación de los países del G7 en la economía mundial era del 47%, y en 2022 cayó creo que en algo así como al 30%. La proporción de los países BRICS en 1992 era solo del 16%, pero ahora supera el nivel del G7. Y esto no tiene nada que ver con ningún acontecimiento en Ucrania. Las tendencias en el desarrollo del mundo y de la economía global son las que acabo de mencionar, y esto es inevitable. Esto seguirá sucediendo, como cuando sale el sol, es imposible evitarlo, hay que adaptarse.

¿Se está adaptando los Estados Unidos? El presidente Putin vuelve a dejarlo claro: “¿Cómo se está adaptando Estados Unidos? Por la fuerza: sanciones, presiones, bombardeos, uso de las fuerzas armadas. Esto tiene que ver con el exceso de confianza en sí mismos. La gente de su élite política no comprende que el mundo está cambiando debido a circunstancias objetivas. Y es necesario tomar las decisiones correctas de manera competente, a tiempo y de manera oportuna para mantener su nivel, incluso si alguien quiere un nivel de dominio. Acciones tan groseras, incluso en relación con Rusia, digamos, y otros países, conducen al resultado opuesto. Este es un hecho evidente, ya lo es hoy en día”. Más adelante, el presidente Putin ante la pregunta “¿puede que la próxima Administración de EEUU, el Gobierno posterior a Joe Biden, quiera establecer vínculos y usted quiera hacerlo con ellos? ¿O eso no importa?”, “Usted me pregunta si vendrá otro líder y cambiará algo (…) No se trata de la personalidad del líder, sino del estado de ánimo de las élites. Si la idea de dominación a cualquier precio y por la fuerza prevalece en la sociedad estadounidense, nada cambiará, solo empeorará”. ¿Pero será un problema solo del estado de ánimo de las elites? ¿Qué está pensando hoy la sociedad estadounidense sobre esa cualidad divina del “Destino Manifiesto”? Les dejamos el siguiente dato para que usted, despeje la interrogante; 27 think tanks en los Estados Unidos, 21 recibieron financiación del sector de defensa (77%) durante el 2023 o este otro dato, 8 de los 10 principales think tanks del mundo informan que reciben financiación de fabricantes o mantenedores de armas nucleares, según un informe de Quincyinst.org. Nos imaginamos que estos 21 think tanks no andan en una campaña por la paz del mundo. Aquí les dejamos una lista de los 10 think tanks más influyentes en Estados Unidos que reciben financiamiento del complejo militar estadounidense: Institución Brookings, Fundación Carnegie para la Paz Internacional, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Wilson Center (Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson), Corporación RAND, Consejo Atlántico, Consejo de Relaciones Exteriores, Centro para el progreso americano, Centro para una nueva seguridad estadounidense y el Instituto Hudson.

Pero si algo puede añadirle contexto a lo expresado por el presidente Vladímir Putin, es la última intervención hecha por el fundador de la empresa mercenaria Blackwater, Erik Prince. El ex Seal y ex asesor de Trump, sin titubeos en un Podcats llamado “Off Leash” (Sin Correa), señalo que los Estados Unidos deberían “volver a ponerse el sombrero imperial” y tomar el control y gobernar directamente enormes franjas del mundo: “Si muchos de estos países en todo el mundo son incapaces de gobernarse a sí mismos, es hora de que simplemente nos volvamos a poner el sombrero imperial y digamos, vamos a gobernar esos países (…) porque ya es suficiente, hemos terminado. Siendo invadido”. El Copresentador de Prince en el Podcats, Mark Serrano, luego le advirtió que los oyentes podrían escuchar sus palabras y creer que habla en serio: “La gente de izquierda va a ver esto”, dijo Serrano, “Prince está hablando de volver a ser colonialista”. Prince respondió sin pestañar: “Absolutamente, sí”. Y luego añadió que pensaba que se trataba de un gran concepto no sólo para África, sino también para América Latina: “si vas a estos países y ves cómo sufren, bajo gobiernos absolutamente corruptos que no son más que sindicatos criminales, muchos de ellos merecen algo mejor”.

Las palabras de Erik Prince ilustran una época a la que el presidente Putin, con toda la vasta información que posee a su disposición, le tiene tomado el pulso. Las lecciones dejadas en la entrevista de Tucker Carlson habrá que desmenuzarlas una a una para comprender como en el caso venezolano, en el 2024, Ayacucho vuelve a convocarnos. Entender la Agenda Global y el papel de Venezuela en ella, será vital para derrotar cualquier intención de devolvernos al pasado neoliberal que sacudió a la región a finales de los años 80.

Miguel Ernesto Salazar

Profesor en Geografía e Historia. Militante del Partido Unido Socialista de Venezuela. Miembro del Equipo Editorial de la Revista Pueblo En Armas.

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